miedo

Ah si, si nos ponemos a pensar nada tiene un puto sentido. Y a la vez está todo tan perféctamente posicionado que asusta, cada pensamiento es respaldado por una situación previa...y no necesariamente una de las buenas. El miedo es una manifestación extraña. En la gran mayoría de los casos tiene un por qué..., miedo a repetir un error, miedo al abandono, miedo al amor, miedo a la verdad, miedo a crecer. De vez en cuando, sencillamente aparece porque sí. Y acá tenemos mi gran dilema...aunque si lo pensamos bien tiene un por qué demasiado remoto como para tomarse en cuenta. No es que no avanze..., si avanzo, cambio demasiado todo el tiempo aunque casi siempre es un cambio superficial y no afecta al resto de la gente que necesita que cambie. ¿Por qué lo necesitan? Y más importante aún...¿Por qué debería importarme? No lo se, nunca sé nada. Y sin embargo siempre tengo una maldita respuesta para todo. Y me creo mis propias reglas para no volver a tropezarme con la misma piedrita, y siempre fracasan. Y después me pregunto por qué..., y malgasto horas, días, meses arrepintiéndome de las boludeces que se me ocurren hacer por una simple razón: miedo. ¿Es un círculo vicioso? No estoy segura, pienso todo tanto y a la vez siempre termino actuando por impulsos. Funciono por medio de impulsos, que después se terminan convirtiendo en hipótesis enfermizas. Será que nunca cambié y en mi inconsciente siempre está el errado pensamiento de que puedo volver el tiempo atrás y borrar con el codo lo que escribí con la mano.